SED rescata una de tantas leyendas de la localidad de Bullas, transformándola a través de una pers¬pectiva contemporánea y adaptándola a la época actual sin perder su significado original.
Abriéndose camino entre lo histórico y lo ficticio, el proyecto combina lo notarial de la pieza con características específicas con una connotación mística. El objetivo primordial de la obra es el de recuperar el mito, actualizándolo y otorgándole una nueva visión desde una perspectiva contemporánea y personal.
Esta serie de cinco cántaros de barro cocido tienen la función de “transportar” la leyenda de una forma más simbólica, alejados de su carácter artesanal y de su utilidad, para llevarlos a una expresión más artística, anulando su cometido inicial. Para ello, se encuentran creados a partir del polvo extraído de la tierra del paraje natural donde corresponde la leyenda, uniéndolos a la connotación mística y física del lugar.